La microscopia de fluorescencia y la citometría de flujo son técnicas muy empleadas y con un amplio campo de aplicación en los laboratorios de diagnóstico clínico. Por ejemplo, se utilizan en la observación e identificación de agentes patógenos, en el recuento de células como los linfocitos T CD4, identificación de marcadores en células cancerosas, etc.
Ambas tecnologías presentan el inconveniente de necesitar equipos muy caros ypersonal especializado en su manejo, esto hace que no sean tecnologías disponibles en países en vías de desarrollo.Este hecho ha provocado que varios grupos de investigadores busquen alternativas de bajo coste como la patentada por un grupo de la Universidad de California, qué han modificado un Smartphone doméstico para convertirlo en un microscopio de fluorescencia.
Los investigadores Aydogan Ozcan, Hongying Zhu y Sam Mavandadi de la Universidad de UCLA, según describen en un artículo publicado en la revista Analytical Chemistry,han diseñado un accesorio que se puede acoplar a un Smartphone convirtiéndolo en un citómetro de flujo o en un microscopio de fluorescencia.
Fuente: Universidad de UCLA |
El dispositivo consta de una fuente de luz LED, una lente de aumento, un filtro óptico, y dos baterías. Según los diseñadores,este dispositivo podría tener un coste total aproximado de unos treinta Euros.
El sistema funciona colocando la lente entre la muestra que se quiere analizar (previamente es necesario tratar la muestra con un fluorocromo) y la fuente de luz, de forma que la cámara del teléfono recoge la señal fluorescente emitida por las células. El sistema se completa utilizando un filtro que crea un efecto de campo oscuro que rechaza la luz de excitación dispersa. Por último, utilizando la cámara de vídeo del móvil es posible grabar las células que han sido marcadas con el fluorocromo y realizar el recuento de las mismas.
Puedes ver una explicación más detallada en el siguiente vídeo.
Fuente: Anal. Chem., 2011, 83 (17), pp 6641–6647
Puedes ver una explicación más detallada en el siguiente vídeo.
Fuente: Anal. Chem., 2011, 83 (17), pp 6641–6647
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