Han pasado ya cinco meses desde que se aprobara el anteproyecto de ley de apoyo a la actividad emprendedora y casi dos años desde que el Gobierno prometiera que elaboraría una ley de apoyo a emprendedores y, por fin podemos decir que la Ley de Emprendedores es una realidad después de haber pasado con más o menos problemas el trámite parlamentario.
El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves de manera definitiva la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su internacionalización, una vez ratificados los cambios que se introdujeron en la norma durante su tramitación en el Senado. Una ley que, en teoría, iba a ponerse en marcha en el primer trimestre de 2012; luego se postpondría hasta el segundo, después antes de finalizar el año 2012 y que, por fin, a día 19 de Septiembre de 2013, tiene su aprobación definitiva. Una vez que se publique en el Boletín Oficial del Estado, quedará lista para su entrada en vigor, prevista para 2014.
Una ley que, entre otras muchas cosas, recoge la posibilidad de aplicación del criterio de caja en la liquidación del IVA que permitirá evitar tener que ingresar este impuesto hasta que no se haya cobrado la factura, la disminución del 20% en los rendimientos netos de la declaración del IRPF o exenciones completas de este impuesto cuando se capitalice la prestación por desempleo.
Aunque la Ley de Emprendedores supone una reforma con respecto a aspectos fiscales, administrativos o de creación de empresas, la mayor parte de los partidos políticos todavía dudan de su eficacia, entre otras cosas por la ausencia de medidas estructurales que facilitasen la contratación o redujesen los costes laborales de las mismas, el gran caballo de batalla en la lucha por la competitividad perdida.
En cualquier caso, tendremos que esperar por lo menos un año para valorar la eficacia o no de una de las medidas estrella del Gobierno de Mariano Rajoy en lo que se refiere a los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas.
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