Con cada curso crece el número de alumnos que optan por encaminar su futuro académico hacia la Formación Profesional, lo que provoca que los centros integrados e institutos públicos y privados que ofertan estos títulos 'roben' cada año más de 1.600 alumnos al sistema universitario. Los números todavía quedan lejos de la media europea, donde la presencia de la FP es mucho más acusada, aunque la diferencia podría acortarse a medio plazo dependiendo del éxito que tenga la nueva modalidad dual, que se introducirá de manera progresiva el próximo ejercicio.
La vertiente práctica y la mayor consideración social de los ciclos formativos, unidas a las mayores posibilidades de encontrar un empleo, han provocado un aumento constante en el número de alumnos que optan por cursar estos estudios, que suponen la alternativa más clara a los universitarios. Al fin y al cabo, el que tras conseguir la ESO se matricula en un grado medio (a los 16 años) elige un itinerario educativo que se separa claramente de la formación universitaria, pues pese a ser posible el trasvase en la práctica es poco probable. Lo lógico es que tras los dos años de duración de estas enseñanzas el alumno se emplee o continúe formándose en un grado de nivel superior, cuyo título sí abre la puerta a dar el salto a los campus, aunque cada vez más se produce la situación inversa, es decir, casos de jóvenes con licenciaturas o diplomaturas y sin empleo que se matriculan en grados superiores de FP para mejorar su currículum.
En los últimos diez años los ciclos formativos han quitado más de 16.000 alumnos a las universidades, según se desprende de las series estadísticas que publica el Ministerio de Educación. En el curso 2002-2003 habían matriculados 24.039 alumnos en FP de grado medio, a la que se accede tras la ESO. En cambio, en el último ejercicio (2012-2013), el dato se ha elevado a 40.820, lo que arroja un incremento de 16.781 estudiantes, una media anual de 1.678 en el citado periodo temporal.
El aumento de alumnos en FP no sólo es constante año tras año. Por primera vez, en el último ejercicio se superó la barrera de los 40.000. De hecho, la subida respecto al curso anterior (2011-2012) fue de 3.364 estudiantes, el doble de la media anual.
En cambio, la tendencia de los estudios de Bachillerato, que es la alternativa lógica a la FP de grado medio, es muy distinta. No sólo es estable, sino que se producen altibajos de un curso a otro. En este caso, se ha pasado en los últimos diez años de 59.272 estudiantes matriculados a 63.371, un incremento porcentual que roza el 7%. En cambio, en la FP media el crecimiento relativo ha sido del 69%.
Las series estadísticas sobre la evolución del alumnado de la FP de grado superior siguen el mismo camino. En este caso se cursan a partir de los 18 años y se accede con el título de Bachillerato, tras superar un ciclo de nivel medio o por la vía libre. Las matrículas se han incrementado en el mismo periodo en 19.185 estudiantes, al pasar de los 21.627 del 2002-2003 a los 40.812 del 2012-2013 (+88,7%), incluyendo tanto la modalidad presencial como a distancia.
La Formación Profesional dual entrará en vigor el curso que viene de manera voluntaria. Es decir, aquellos institutos y centros integrados que han firmado acuerdos con empresas de su entorno podrán ponerla en marcha, aunque el decreto que regula esta modalidad fija el inicio oficial en el 2014-2015. De hecho, los centros interesados deberán presentar sus proyectos a la conselleria antes del 31 de enero del año que viene.
La modalidad dual convivirá con la ordinaria, en el sentido de que los ciclos en los que se apruebe esta vía también tendrán grupos normales. Al fin y al cabo, todo dependerá de los puestos formativos que existan en las empresas. Hay que recordar que la principal novedad es que se amplía la permanencia en los centros de trabajo, que tendrá que suponer un mínimo del 33% del total y un máximo del 50%. La FP dual abre la puerta a que se remuneren las prácticas a través de contratos de aprendizaje.
23.07.13 - 01:17 -
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